El caso

La espectacular Operación Lago

El 23 de enero de 2003 Guillermo Ruiz Polanco, titular del Juzgado Central de Instrucción número 1, ordena una operación contra el terrorismo islamista. La policía española ejecuta un espectacular despliegue que llamará Operación Lago. Participan 150 miembros del Cuerpo Nacional de Policía, GEOs y TEDAX, que utilizan explosivos para irrumpir por sorpresa y de madrugada en domicilios de Banyoles, Olot, Salt, Badalona, Santa Coloma de Gramenet y Sant Jaume de Llierca.

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El balance es de 23 detenidos -la mayoría argelinos- 7 de los cuales serán liberados inmediatamente, mientras que 16 serán encarcelados y pasarán a disposición judicial en Madrid.

El eco en los medios de comunicación muestra el impacto que tiene en ese momento la Operación Lago. Portadas, editoriales y artículos contienen titulares com los siguientes: La ofensiva contra Ben Laden llega a Girona(El Punt), Los 16 arrestados en Cataluña preparaban atentados con explosivos y material químico (El Pais), La policía halla material químico y explosivo a los 16 detenidos de Al Qaeda (El Mundo), Célula durmiente (El País), Al Qaeda a Girona (Diari de Girona).

Las fuentes són al más alto nivel. El presidente del gobierno español, José María Aznar, afirma al día siguiente de la Operación, en rueda de prensa posterior a la sesión del Consejo de Ministros: “se ha desarticulado una importante red de terroristas vinculados a Al Qaeda” que “estaba preparando la comisión de atentados con explosivos y armas químicas”. Días más tarde, en el Congreso de los Diputados, Aznar sitúa la Operación Lago como cuarto motivo para intervenir militarmente en Irak, en un razonamiento que va de los detenidos a Al Qaeda y de Al Qaeda a Saddam Hussein, con las armas químicas como hilo conductor. Incluso el Secretario de Defensa de EEUU Colin Powell, cita la Operación Lago en el Consejo de Seguridad de la ONU para justificar la necesidad de invadir Irak.

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El fiasco del Comando Dixan

Pero menos de un mes más tarde, la Operación Lago empieza a desmoronarse pieza a pieza y amenaza con convertirse en un auténtico boomerang para un gobierno español acorralado entre las movilizaciones estudiantiles contra la Ley Orgánica de Universideades (LOU), la desastrosa gestión del derrame petrolero del Prestige y el intento de justificar la participación en la guerra de Irak contra la voluntad mayoritaria de la población, que las estadísticas cifran en más del 80%.

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En efecto, cuando pasado el primer impacto salen los hechos a la luz, uno se da cuenta de que el origen de la aparatosa Operación Lago no tiene nada que ver con la infraestructura de Al Qaeda, sino con una modesta petición judicial francesa para que se registraran dos domicilios en los que parecía que ocasionalmente habían estado dos argelinos detenidos en Francia. Pronto, el juez francés Bruguière comunica que Francia no va a pedir la extradición de ningún detenido. Al mismo tiempo los laboratorios del Ministerio de Defensa dictaminan que ninguna de las sustancias intervenidas en los registros domiciliarios es “peligrosa” y que una de las muestras -polvo blanco- es jabón. Ya el 12 de febrero el juez instructor Ruiz Polanco lanza un ultimátum a la policía española para que en 24 horas justifique la Operación Lago, y días después el fiscal Alonso pide la libertad de los detenidos.

En la prensa, en la calle y en el Boletín de las Cortes, la peligrosa célula durmiente de Al Qaeda empieza a convertirse en Comando Dixan. La diputada Teresa Cunillera regaña a Acebes en el Pleno del Congreso de los Diputados: “Mire, el jabón es jabón, la mentira es la mentira y ustedes no tienen ninguna credibilidad. I José Luis Rodríguez Zapatero, al Presidente del Gobierno en persona: “Señor Aznar, a día de hoy, ¿sostiene su Gobierno una vinculación efectiva y real del régimen de Sadam Hussein con Al Qaeda? A día de hoy, ¿sostiene que los detenidos en Barcelona —como dijo usted— son una célula peligrosa vinculada a Al Qaeda? ¿Lo sostiene?“. Los cables de Wikileaks muestran que incluso la embajada de EEUU se refiere al “Comando Dixan” en informes a la CIA sobre las operaciones antiterroristas españolas.

Finalmente, el 20 de marzo, el mismo día que empiezan los bomardeos a Irak, 14 de los detenidos de la Operación Lago salen en libertad, y en mayo salen los dos últimos. El 30 de junio el magistrado Ruiz Polanco archiva el caso. Aparentemente, la pesadilla del Comando Dixan ha terminado.

Detalls de la concentració en record del 10è aniversari de la guerra de l'Iraq

 

Guerra en Irak

Pero los detenidos del Dixan no sólo salen en libertad sino que son aclamados en las manifestaciones contra la guerra. El 23 de marzo reciben desde el escenario un homenaje de la multitudinaria manifestación en Girona de la tercera jornada internacional contra la guerra, un acto de reparación les da la bienvenida en Banyoles y se les multiplican las entrevistas en prensa y la participación en actos diversos. El diputado Jordi Pedret lo explicaba en la Comisión de Justicia e Interior: “Todos aquellos que fueron detenidos el 24 de enero de 2003 causaron una reacción absolutamente sorprendente en Cataluña, única hasta el momento e inaudita, de grupos sociales y vecinos de los detenidos en defensa de alguien acusado de terrorismo, cosa que jamás se había producido y que no he visto que se vuelva a producir”.

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La Guerra en Irak y las impresionantes movilizaciones manifestacions-record-Guiness_0_576542511.html que desencadenó eran el hecho determinante. En Catalunya, en el Estado español y en todo el mundo se sucedían caceroladas, encierros, acampadas, concentraciones y manifestaciones masivas en jornadas internacionales coordinadas a nivel planetario. Nunca como entonces tanta gente había salido a las calles a manifestarse en todo el mundo y nunca ha vuelto a suceder. “Hemos gritado hasta no poder más:/la paz, la paz/ la paz y la justicia./ Justicia y libertad/ hasta no poder más” -así empieza el poema Boca Seca, de Narcís Comadira, que describe esos días.

En Girona, a imagen de lo que pasaba por todos lados, la Plataforma Aturem la Guerra es el organismo unitario que coordina les mobilizaciones contra la guerra en Irak. Entendiendo que la Operación Lago es un montaje del gobierno de Aznar para tratar de justificar la intervención militar española y atendiendo a que la mayor parte de los detenidos son gerundenses, la Plataforma asume la reivindicación del caso del Comando Dixan y pide su liberación, el archivo del caso y la depuración de los responsables.

En este contexto de eufórica movilización, todos los detenidos por el Comando Dixan que tienen regularizada su situación administrativa, trabajadores inmigrados que habían dejado una Argelia sumida en el estancamiento económico, la desesperanza y una guerra silenciada para buscar un futuro digno, deciden escribir ellos mismos lo que debía ser el epílogo de su historia. Se querellan por injurias y calumnias contra el presidente del Gobierno español, José María Aznar, y el ministro del Interior, Ángel Acebes. El Tribunal Supremo archivaría la querella.

Concentració davant la subdelegació

 

Vuelve la pesadilla del Comando Dixan

Con el Comando Dixan el ridídulo del Gobierno de Aznar había sido atronador, y ponía en tela de juicio el aparato antiterrorista del Estado. Y solo dos mesos después del archivo, el gobierno contraataca. Primero se reabre el caso del Dixan por un informe del FBI que contiene las palabras “napalm casero”, pero que acaba demostrándose irrelevante. Cuatro de los exdetenidos son nuevamente imputados, citados a declarar por Ruiz Polanco y dejados en libertad. Por otro lado, y formalmente sin relación alguna con la Operación Lago, empieza un rosario de peticiones de extradición a Argelia que hasta entonces nunca habían existido, pero que se dirigían contra contra algunos de los exdetenidos. Los procesos de extradición llegan al esperpento cuando Djamel Boudjelthia es detenido y liberado horas más tarde en Zaragoza, a medio camino de la Audiencia Nacional, cuando la jueza Teresa Palacios debe reconocer que la extradición iba dirigida contra otra persona. El 11 de enero de 2004 el experto en temas de terrorismo de El País José María de Irujo firma un articulo que descubre el enésimo enfrentamiento del juez Ruiz Polanco con la policía por la instrucción del caso del Dixan y anuncia que el caso se va a archivar de forma inminente.

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Pero la combinación de dos hechos que, como pasa a menudo en esta historia, no tienen nada que ver con sus protagonistas, será fatal para el Comando Dixan. El 11 de marzo de 2004 estalla una decena de bombas en trenes de cercanías de Madrid, en un atentado reivindicado por Al Qaeda en el que mueren 190 personas. La opinión general considera que los muertos de Atocha son consecuencia de la guerra de Irak i el gobierno del PP es barrido en las elecciones, pero las operaciones antiterroristes toman un nuevo impulso. Paralelamente, el 15 de marzo el magistrado Guillermo Ruiz Polanco es suspendido cautelarmente, y después sancionado, por una infracción administrativa en la tramitación de expedientes, por el Consejo General del Poder Judicial. El magistrado siempre ha atribuido la sanción al hecho de que hubiera archivado el caso del Comando Dixan.

El magistrado Baltasar Garzón asume interinamente el despacho de los asuntos de Ruiz Polanco durante unos días mientras se designa a su sustituto. Sin que aparezca ningún elemento nuevo, Garzón lejos de archivar el caso del Dixan ordena detener y encarcelar a los cuatro imputados. Los colegios de abogados de Barcelona i Girona denuncian que no se han respetado los derechos de los detenidos. Ruiz Polanco deja clara en unas declaraciones sin precedentes l’Agencia Efe su opinión: “Yo tengo la seguridad, la tenía y la sigo teniendo, de que estos cuatro señores de un grupo de dieciséis que estuvieron una larga temporada en prisión, no han hecho absolutamente nada. Los puse en libertad porque no tenía ni un solo indicio de culpabilidad de estos señores. Los romanos mandaban a los cristianos a las fieras por el mero hecho de serlo, y los nazis a los católicos, judíos y gitanos. Tengo que pedir respeto a los musulmanes porque hay mucha gente magnífica y honrada. Apostar es muy feo, pero apuesto a que serán absueltos en su día”.

Finalmente en otoño de 2006 se celebra el juicio del Comando Dixan, con 6 acusados, una enorme expectación mediática y observadores de la Comisión de Defensa de los Derechos de la Persona del Colegio de Abogados de Barcelona. La defensa que ejercen Sebastià y Benet Salellas cuenta con el apoyo de decenas de miembros de la Plataforma Aturem la Guerra de Girona, diputados en Madrid de la izquierda parlamentaria catalana y centenares de pronunciamentos de personas, entidades e instituciones que piden la absolución del Comando Dixan. El periódico El Punt, presente en el juicio, titula elocuentemente en portada sobre el contenido de la vista oral: “La acusación naufraga en el juicio contra los implicados en la operación Lago” . Pero eso no obsta para que la sentencia sea una condena durísima, con la absolución de solo uno de los acusados, Mohamed Nebbar, que había pasado más de tres años en prisión preventiva. El Tribunal Supremo acabará rebajando las penas a la mitad, con la condena mínima por pertenencia a organización armada, 6 años, y casi 2 años más por falsificación de documentos contra tres de los acusados. Ruiz Polanco acababa de perder la apuesta.

Mohamed Tahroui, Djamel Boudjelthia, Mohamed Amin Benaboura y Ali y Souhil Kaouka emprenden la última parte de la pesadilla del Comando Dixan. Una larguísima travesía del desierto hasta cumplir íntegramente las penas, sometidos a duros regímenes penitenciarios y a la dispersión en las cárcels de Navalcarnero y Alcalá-Meco (Madrid), Soto del Real (Castilla la Mancha), Villabona (Astúries), Puerto de Santa María (Cádiz), Huelva, Picassent (València), Castelló de la Plana, Palma de Mallorca y finalmente Tarragona, Quatre Camins i Can Brians (Catalunya).

Durante todos eso años, la Plataforma Aturem la Guerra de Girona no ceja de denunciar el caso del Comando Dixan y de luchar para mejorar sus condiciones de vida en las cárceles y el acercamientoa Catalunya: mociones en ayuntamientos i en el Parlament de Catalunya, pronunciamientos, decenas de  actos, concentraciones y contactos institucionales al más alto nivel en una campaña incansable que se mantiene por una década.

A pesar de todos los intentos de los presos del Dixan y de la Plataforma Aturem la Guerra, el gobierno español pone el colofón a la Operación Lago deteniéndolos y expulsándolos a Argelia al acabar la condena, aplicándoles la Ley de estrangería tras no haberles permitido renovar sus papeles mientras cumplían su pena en la cárcel. Ninguno de los condenados por el Comando Dixan han podido volver a Catalunya.

L'advocat Salellas acompanyant els imputats